Industria del automóvil: traducción y tecnología
La industria automovilística es uno de los sectores que más se han modernizado en los últimos años, adaptándose siempre a la tecnología emergente y yendo un paso por delante de las necesidades de los consumidores.
La traducción forma parte de esta posición de vanguardia, tanto en la adaptación de los tradicionales manuales de automóviles, como en la traducción de los softwares de automoción más recientes, así como en la localización y el entretenimiento en un vehículo.
¿Cuál es la importancia de la traducción en una industria cada vez más tecnológica, global y compleja como es la industria automovilística? ¿Y de qué modo tienen que adaptarse traductores y agencias de traducción a esta rápida evolución de uno de sus principales clientes?
Traducir la industria automovilística en la actualidad
Todo fabricante de la industria automovilística, que quiera internacionalizarse o establecer nuevas fábricas fuera del país de origen, tiene que recurrir a la traducción para garantizar la total comprensión del funcionamiento de sus productos.
La traducción es, por tanto, socia indispensable de la internacionalización, a través de la traducción de manuales de a bordo, manuales de taller y comunicaciones internas y externas. En los días que corren, no obstante, la traducción en este sector ya va mucho más allá de estos formatos.
Los automóviles se están convirtiendo, cada vez más, en algo cercano a “computadoras con ruedas” en lugar de exclusivamente vehículos de transporte como se concibieron tradicionalmente.
El mundo del automóvil ha aprovechado mucho de lo que la tecnología ha ido ofreciendo en términos de automatización, conectividad, entretenimiento, y ha ido innovando constantemente en sus lanzamientos.
Más que el diseño y el hardware, el motor del automóvil, es el software lo que el consumidor suele considerar en la elección de un vehículo: los pertrechos tecnológicos, la posibilidad de conectar el móvil al sistema, de tener GPS para localización, etc.
La traducción también ha ganado con estas innovaciones tecnológicas del sector: donde estás aparecen, la traducción también tiene que entrar en acción para ayudar en su adaptación a todos los públicos, mercados e idiomas.
Más allá de la localización de los sitios web de las varias marcas fabricantes de automóviles, la localización de dichos softwares también es una tendencia y una realidad en la actualidad.
En un sector con un vocabulario tan específico y complejo como es el del automóvil, los traductores tiene de ser especializados y documentar la terminología correcta para cada caso, lo que hace que el trabajo de traducción sea muy exigente y cualificado.
La importancia de la traducción en el sector del automóvil
La traducción tiene que adaptarse a lo que la industria automovilística va ofreciendo a sus consumidores: productos que duran más tiempo, que alcanzan más velocidad, que provocan más entusiasmo, que tienen más funcionalidades y cuestan menos.
Y, por supuesto, vehículos más seguros y ecológicos. La satisfacción de los clientes en el momento de la compra se halla también en estos parámetros fundamentales del sector, que son la garantía de calidad, limpieza y seguridad del producto.
La traducción ayuda a dar a conocer estas prácticas de seguridad de los fabricantes, a enfatizar la importancia de esta característica por encima de la parafernalia del software que el vehículo ofrece.
La calidad de las traducciones es, por tanto, muy importante para que los clientes conozcan a fondo los vehículos que adquieren y sepan utilizarlos de la mejor forma. Una buena traducción es simple, clara y comprensible para todos los conductores.
Pero la tecnología no está solo en las funcionalidades de los vehículos de la era tecnológica: también se halla en la traducción y en los mecanismos terminológicos y automáticos que pueden utilizarse.
La traducción automática, a pesar de no garantizar en sí misma la calidad de las traducciones, es un medio auxiliar para traductores y agencias de traducción que buscan ofrecer traducciones más precisas, con la terminología adecuada, más rápidas y con menos costes.
La traducción está, por tanto, donde la industria la necesita, personalizando la experiencia del consumidor internacional. Comienza en la localización del sitio web del fabricante, donde obtiene información sobre el vehículo y se prolonga en la experiencia de conducción del automóvil.
A pesar de que el fabricante del automóvil proceda de un país distante y hable un idioma desconocido, la marca llega al consumidor como si hubiese sido creada expresamente para él.
Las aplicaciones o sitio web, los manuales, el ordenador de a bordo, todo está traducido a su lengua y adaptado a su cultura. El vehículo está conectado a su terminal móvil, con sus emisoras de radio favoritas sintonizadas, con sus recorridos más frecuentes guardados en el GPS.
La traducción y la localización, en asociación con toda la tecnología, que hace de los vehículos de hoy en día verdaderas máquinas, son las grandes responsables de esta personalización de la experiencia del conductor.