¿Cómo traducir un nombre a otro idioma?
La traducción de nombres propios, tanto el de figuras públicas, personajes de libros e incluso el de nuestros propios nombres cuando viajamos, es algo sensible.
Si, por una parte, queremos mantener la identidad y reconocer el significado un nombre y su origen, por otra, existen nombres impronunciables que nos llevan a cuestionar cómo se traduciría este nombre a nuestro idioma.
El desafío del Traductor de nombres
Cuando un traductor se enfrenta a una situación en la que, en un texto, aparece un nombre propio o un apellido, debe analizar caso por caso, pues no existe una norma fija sobre cómo realizar la traducción del nombre.
Existen numerosas situaciones en las que no es posible ignorar la traducción de los nombres. Por ejemplo: nombres en idiomas como el ruso o el coreano son difíciles de mantener, ya que se escriben con alfabetos diferentes, como el cirílico y el hangul.
¿Qué hacen los traductores en estos casos?
Bajo estas circunstancias, los traductores deben tomar una decisión. Existen varias opciones. Una de ellas es la transliteración, es decir, pasar de un alfabeto a otro de forma que la nueva palabra o traducción del nombre posea una grafía próxima al sonido original.
Por ejemplo: el nombre Vladimir es la traducción al español de Влади́мир.
Además de esta opción, los traductores de nombres pueden también realizar una traslación cultural. Es decir, adaptar el nombre a otro con un significado igual o bastante similar.
Por ejemplo: el nombre «Daisy» significa «Margarita», a pesar de que fonética y visualmente no se corresponden el uno con el otro. Pero ambos nos remiten a una flor blanca con un centro amarillo. Al tener el mismo significado en ambos idiomas, esta es una opción de traducción válida.
Otra de las opciones posibles sería la de adaptar ligeramente la grafía a las costumbres locales. Es el caso del nombre «Andrés», que podemos adaptar a numerosas culturas: en Ucrania correspondería a «Andrii», en italia a «Andrea» y en Lituania a «Andrius», por citar algunos ejemplos.
Finalmente, y al no existir una norma fija, el traductor de nombres puede también sustituir el nombre por otro, sin que ambos tengan cualquier relación. Al traducir un libro, una opción posible sería la de sustituir el nombre de los personajes por otros, que pueden o no ser variantes.
Al equipo de Traductanet le gustaría preguntarle qué cree que deben hacer los traductores. ¿Cuál es la opción que le parece más acertada?
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